Indicadores
Crecimiento económico
La palabra crecimiento, en economía, se entiende como aumento numérico. La población crece cuando el número de habitantes aumenta. La deuda externa de un país crece cuando la cantidad de dinero que se adeuda aumenta. De esta forma:
El crecimiento de la economía constituye un aspecto central del desarrollo económico. Cuando aumenta la oferta de bienes y servicios, conjuntamente con las fuentes de empleo, se benefician tanto los individuos como las empresas. Si bien no existe un método único a seguir para estimular el crecimiento económico, el comportamiento de los indicadores económicos puede ayudar al Gobierno a comprender mejor la situación económica del país y formular políticas económicas orientadas a mejorarla.
Según los usos convencionales, el crecimiento económico de un país se determina con la variación porcentual del PIB en un año. Esta variación puede resultar positiva (en cuyo caso se dice que hay crecimiento económico), en cero (en cuyo caso se dice que no hubo variación) o negativa (entonces se dice que no hubo crecimiento en la economía).
El crecimiento económico puede ocurrir de dos maneras:
Cuando se logra que una economía crezca mediante un uso más productivo de todos los recursos, incluida la mano de obra, el resultado es un incremento en el ingreso recibido por los individuos y las empresas, y un mejoramiento en la calidad de vida. El crecimiento económico intensivo es una condición necesaria para el desarrollo económico; de esto hablaremos más adelante.
Cuando se registra un crecimiento económico continuo, se dan los medios para la reducción de la pobreza, la disminución del desempleo y el aumento en el consumo de los individuos y las empresas, y esto se traduce en un aumento de la producción. Por el contrario, cuando no se registra un crecimiento económico continuo con frecuencia, hay desempleo, aumento de la pobreza y disminución total del ingreso; todo esto retrasa en general la mejoría de la calidad de vida de la población.
En resumen, uno de los objetivos más importantes de cualquier economía es lograr un crecimiento económico a través de la producción de más y mejores bienes y servicios que lleven a la población a mejorar su calidad de vida. La forma de lograr este objetivo es mediante el uso de políticas económicas fundamentadas principalmente en el comportamiento del PIB.
También es común que se tomen en cuenta otros indicadores para apoyar las decisiones de política económica que buscan el crecimiento económico de un país, tales como:
Cuando se habla de ingreso, se habla en términos monetarios. Tanto el PIB como el PIB per cápita son indicadores monetarios; por ello, se utilizan para medir el ingreso de los países. La cantidad de bienes y servicios que produce una economía, tanto para su mercado interno como para el externo, es la que le generará mayores o menores ingresos.
Aunque la distribución mundial del ingreso se puede explicar con los indicadores monetarios antes señalados, ello no significa que estemos hablando de bienestar; se requiere conocer otros indicadores que no sólo sean cuantitativos.
Desarrollo económico contra desarrollo sustentable
El desarrollo, en economía, es una meta. Una economía debe desarrollarse para lograr un cierto nivel en la calidad de vida de sus habitantes y un bienestar generalizado. Podemos hablar de que un entorno económico es desarrollado cuando la población goza de un mayor bienestar, el cual es equitativo e impulsor de una plena realización en cada individuo. Este bienestar puede medirse en la cantidad de recursos (bienes, servicios, dinero) que pueden tener los individuos y en el grado de satisfacción de sus necesidades que dichos recursos les proporcionan. En términos de desarrollo, se habla de dos dimensiones del mismo: económica y sustentable.
Al medirse el desarrollo económico en forma cuantitativa, su principal indicador es el aumento del PIB per cápita, el cual refleja el incremento de la productividad económica y el bienestar material –como promedio– de la población de un país. El crecimiento económico a largo plazo implica desarrollo económico, pero este último no necesariamente es a la par del crecimiento.
Los denominados países desarrollados tienen un PIB per cápita elevado, mientras que los países considerados en desarrollo muestran un PIB per cápita menor.
Tanto China como México presentan un crecimiento en el comportamiento del PIB per cápita, es decir, se podrían considerar como países desarrollados, porque cumplen con la definición de desarrollo económico. Sin embargo, no son considerados países desarrollados. ¿Qué clase de países son entonces? La respuesta es: países emergentes.
Igual que para medir el crecimiento económico, el desarrollo económico puede medirse con diversos indicadores. Vamos a revisar únicamente dos de ellos: el indicador de desempleo y el de la tasa de inflación.
Los datos del desempleo en las economías que estamos comparando son los siguientes:
Observamos que el desempleo en China ha ido en aumento durante el periodo considerado. Para México, se observa un ligero descenso al final del mismo.
¿Qué nos indica la inflación? Revisemos los datos de este indicador junto con su gráfica.
Veamos su comportamiento con una gráfica:
Es notorio el descenso que ha tenido la inflación en nuestro país. Recordemos que una inflación baja implica que los individuos y las empresas conservan su poder adquisitivo y tienen oportunidad de mejorarlo. En China, el comportamiento de la inflación ha sido variante: en un año parece bajar y al siguiente aumenta. Esto afecta inevitablemente el poder adquisitivo de la población y genera desconcierto e incertidumbre sobre el futuro.
El comportamiento de la tasa de inflación en China no permite afirmar contundentemente que sea una economía en desarrollo, aun cuando el comportamiento del PIB per cápita y el del índice de desempleo nos indican que sí lo es. México puede considerarse una economía en desarrollo porque el comportamiento de estos tres indicadores ayuda a sostener esta afirmación.
Distribución mundial del ingreso
La definición más difundida para desarrollo sustentable es la de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de las Naciones Unidas:
Entonces, podemos decir que un país debe buscar el crecimiento económico que permita preservar y mejorar las oportunidades que tiene su población.
Como podrás darte cuenta, al hablar de crecimiento y desarrollo económico no solamente estamos hablando de dinero, sino también de recursos humanos y naturales. En la actualidad, lo más importante para un país son los recursos humanos, es decir, la mano de obra determinada fundamentalmente por el número de habitantes que se encuentran en edad de trabajar; en segundo lugar de importancia, se encuentra el capital natural. La riqueza del entorno económico de un país se mide en términos de sus recursos humanos y naturales porque, al final, el país únicamente obtiene ingresos monetarios a través de ellos.
En la mayoría de los países desarrollados, los recursos naturales representan entre el 2 % y el 5 % del total de la riqueza. En contraposición, los recursos humanos son abundantes. Cabe resaltar que no nos referimos al número de habitantes del país, sino a la cantidad de habitantes que conforman la fuerza de trabajo de dicho país, la cual no solamente cuenta con un elevado nivel de estudios, sino que se mantiene en constante capacitación y actualización, lo que la convierte en un recurso altamente competitivo. En cambio, en África Occidental (una de las regiones más pobres del mundo), los recursos naturales sobrepasan el 25 % de la riqueza nacional, pero los recursos humanos se encuentran en una proporción considerada entre las más bajas del mundo, a pesar del elevado número de habitantes de esas naciones. Los países europeos considerados como desarrollados cuentan con 13 o 14 veces más recursos humanos que los países africanos.
El desarrollo sustentable es un estadio superior al desarrollo económico, y por ello debe vincularse al quehacer económico de la sociedad para preservar los recursos naturales; para este fin, es necesario considerar como bienes escasos los activos de la naturaleza y el medio ambiente. Por esta razón, los países tienen la responsabilidad de restaurarlos y protegerlos al desarrollar su actividad económica.
El desarrollo sustentable es un estadio superior al desarrollo económico, y por ello debe vincularse al quehacer económico de la sociedad para preservar los recursos naturales; para este fin, es necesario considerar como bienes escasos los activos de la naturaleza y el medio ambiente. Por esta razón, los países tienen la responsabilidad de restaurarlos y protegerlos al desarrollar su actividad económica.
Actividad H5P
Comprueba lo que aprendiste y participa en este desafío.