Identificación, análisis, producción y evaluación de argumentos

Como ya te debe ser conocido, una de las actividades fundamentales de la filosofía es la argumentación; incluso, existe una rama de la filosofía que se especializa en el estudio de los argumentos: la lógica. Ahora bien, la lógica y la argumentación no son utilizadas únicamente en la filosofía, por el contrario, todas las ramas del saber y del quehacer humano la utilizan, desde las ciencias exactas y las ciencias sociales, hasta las operaciones más simples en nuestros diálogos y discusiones cotidianas; por ello, la argumentación resulta de una necesidad fundamental, pues de ella dependen muchas de las vivencias que experimentas a diario.

Imagina que pretendes convencer a tus padres para ir a una fiesta; no bastará tan sólo que les sonrías y solicites permiso con una melódica voz; no. Muchas ocasiones, tus padres te piden razones para poder extender este permiso; si este es el panorama, lo que realmente te están solicitando es una argumentación para considerar si es prudente o no el dejarte ir a dicha fiesta.

Este pequeño ejemplo es sólo un simple caso en el que es necesario argumentar, pero quizá ya puedes notar, a partir de él, la importancia y necesidad que tienen los argumentos en la vida ya sea para convencer o disuadir a los que te rodean y, por qué no, incluso a ti mismo. Dicho esto, es momento de dejar los preámbulos y comenzar el estudio de los argumentos: qué son, qué los componen, de qué modo se construyen y cómo se evalúan. 

A continuación, mira el siguiente video para comenzar a conocer, justamente, este tema de los argumentos.

Argumentos

Así, es posible definir al argumento como un razonamiento que pretende a) convencer a las demás personas sobre algo; b) sostener, demostrar o fundamentar mediante razones una tesis o idea; c) obtener una conclusión nueva a partir de información que ya es conocida.

Para mostrar un ejemplo de estas situaciones puedes pensar casos en los que: a) Deseas convencer a tus padres de permitirte hacer un viaje; b) discutes con tus amigos sobre una serie de televisión y quieres mostrar o demostrar por qué un determinado personaje es el mejor de la serie; o c) uno de tus amigos fue de visita, pero no te halló y, a través de una descripción física elaborada por tu madre, debes conjeturar cuál de tus amigos hizo la visita.

Como puedes ver, el argumento posee muchos usos y finalidades, por lo que es importante conocer su estructura para identificarlos de manera más sencilla en los discursos cotidianos.

¡Es el momento de revisar lo aprendido!