La iglesia

La Iglesia católica jugó un papel muy importante en todos los órdenes de la vida medieval, no sólo en lo que corresponde a la organización social, sino también en los aspectos políticos, económicos y culturales. Hemos mencionado antes que el cristianismo, una religión de origen oriental, se difundió ampliamente en el territorio conquistado por el Imperio romano. En parte gracias a su capacidad para absorber elementos de distintas religiones y filosofías, y por ofrecer una doctrina de salvación eterna en un mundo desgarrado por diferentes conflictos, que había perdido confianza en sus ideales y dioses tradicionales.

La aceptación de esta religión por parte de la sociedad romana fue tal que el emperador Constantino se convirtió a ella y la legalizó, poniendo fin a la persecución del Estado romano contra los cristianos. Más tarde, en el año 380 d. C., otro emperador, Teodosio, la impuso como religión oficial. A partir de ese momento, la Iglesia asimiló la estructura del Estado romano y se asumió como continuadora de la tradición latina y de la gloria del Imperio, siendo su principal objetivo construir un orden universal cristiano montado sobre la herencia romana. Así, la Iglesia buscó mantener la unión de todos los cristianos bajo su autoridad; de hecho, ésta llegaría a ser la única institución capaz de sobreponerse a la fragmentación política de Europa.

Los representantes de la Iglesia procuraron establecer alianzas con los distintos poderes políticos que fueron afirmándose a la caída del Imperio romano. En principio, el papado apoyó a los reyes francos (Carlomagno entre ellos) para que defendieran el cristianismo de la amenaza del avance musulmán, reunieran los distintos reinos romano-germánicos bajo la autoridad de un gran imperio de carácter cristiano y contribuyeran así a consolidar el poder de la Iglesia. Una vez disgregado el Imperio carolingio (el imperio de Carlomagno) la Iglesia volvería a respaldar una nueva autoridad civil, la del Sacro Imperio Romano Germánico, que surgió hacia principios del siglo X y se enfrentó al creciente poder de los señores feudales.

PAPA INOCENCIO III (Obra anónima. Siglo XII. Dominio Público). Durante la Edad Media, el arte estuvo al servicio de la religiosidad.
Imagen de B@UNAM

Actividad H5P

Instrucción para el alumno: ¡Es el momento de revisar lo aprendido! A partir de la información anterior, realiza la siguiente actividad: