La lectura en voz alta, más allá de la reproducción de la obra literaria, es la interpretación para recrear lo escrito por alguien más. Apela a la imaginación del receptor, a sus recuerdos, a sus pensamientos y a sus emociones. Por tanto, el uso adecuado de los recursos de expresión oral –entonación, volumen, velocidad y dicción– hacen producir sonidos que expresan las emociones más sutiles, dan vida a las palabras, efecto y sentido. Según Stanislavski, si recuerdas tus propios sentimientos y experiencias, y los sustituyes por los de los personajes, entonces surge un vínculo especial con el público; dice algo para significar en estados de ánimo.

Dar vida a la palabra es variar la rapidez, dar matices a la enunciación, bajar o subir el volumen y agradar con la pronunciación acorde con el sentimiento o pensamiento que se desea transmitir.

Entonación

Es la intensidad fonética que reviste a las palabras. Son modulaciones que categorizan a la enunciación acorde a efectos de ánimo. Variar la entonación logra más que la atención de los oyentes; transmite emociones.

Se reconocen tres movimientos en la intensidad de la entonación:a) Ascendente b) neutro c) descendente.

Imagen de B@UNAM

Volumen

Fuerza sonora en la emisión de voz. Es la acústica que resuena en un ambiente. Hablar más alto o bajo. Depende de la capacidad de aire y se considera la distancia física entre emisor y receptor.

Volumen alto: persuade, genera suspenso, expresa ira, refleja autoconfianza, tensa, genera curiosidad, llama la atención.

Las primeras palabras de inicio de un discurso, se sugieren con mayor volumen: “Señoras y señores…”

Volumen bajo: da detalles, genera tristeza, expresa secretos y reflexiones, refleja satisfacción, transmite confusión, declina situaciones, da sensación de fin.

En la representación teatral, un actor que rompe la cuarta pared dirigiendo un murmuro hacia el público, baja el volumen: “En ocasiones le pasan estas confusiones a mi tía.”

Velocidad

Se relaciona con la sucesión del periodo de tiempo en el se emiten las frases.

Los tiempos rápidos tienden a manifestar alegría, euforia, proximidad temida, fuga, tensión.

El tiempo lento refiere diplomacia, majestuosidad, nostalgia, alivio, paciencia, tranquilidad.

Dicción

De “dicto” “dictionis” que se refiere al arte de decir. Por un lado, recurre a la buena articulación, al pronunciar todas las consonantes. Y por otro, a la vocalización, al considerar la apertura correcta para la emisión del sonido vocálico.

Actividad H5P

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