Economía en el México Antiguo

Las primeras huellas de la economía en nuestro país se remontan al periodo del México Antiguo, también conocido como México prehispánico. El territorio no era aún una nación; era el asentamiento de culturas diversas, con diferentes grados de desarrollo, para cuyo estudio suele dividirse en tres áreas culturales: Aridamérica habitada por culturas de cazadores-recolectores, nómadas y seminómadas; Oasisamérica, poblada por culturas agrícolas, en un momento posterior a las de Mesoamérica. Previo a la conquista de México, Mesoamérica, era el área cultural con más años de sedentarización y con mayor población, perteneciente a diversas culturas, entre las cuales tenemos la de los purépechas o tarascos, toltecas, nahuas, totonacas, zapotecas, mixtecas, mayas y mexicas, entre otros. 

Imagen de ShaawGlees, Wikimedia Commons

Las culturas mesoamericanas compartieron elementos culturales comunes entre 2500 a. C. y 1521 d. C. En lo que toca a la economía, se caracterizaron por practicar la agricultura, la pesca, la alfarería, la textilería, la cestería, y el comercio basado en el trueque o, en algunos casos, en el uso del cacao como moneda. Lograron establecer importantes redes comerciales, incluso con las culturas de Oasisamérica (500 a. C. – 1500 d. C.); eran redes para el intercambio de plumas de aves preciosas, conchas, cacao, obsidiana, mantas de algodón, etc.

La  economía se basaba en la fuerza humana, pues no contaban con animales de carga, ni máquinas; sus instrumentos de trabajo estaban hechos con madera, hueso, o piedra y sus técnicas de cultivo variaron según la región, en el caso de Oasisamérica y Mesoamérica. En ésta última se conformó una economía más compleja, con diversas formas de propiedad y cultivo de la tierra, así como de la organización del trabajo. Las más conocidas son las de los mexicas, quienes a inicios del siglo XVI tenían bajo su control a gran parte de las culturas mesoamericanas y de las cuales obtuvieron muchos de sus recursos para subsistir, mediante el cobro de tributos en especie.

Diego Rivera. El tianguis de Tlatelolco, 1942. 
Imagen de Xenophon, Wikimedia Commons

Economía en la Nueva España

La economía del México Antiguo se transformó profundamente a raíz de la conquista española, simbolizada en la caída de México-Tenochtitlan (1521), el centro político de los mexicas. Gradualmente, los españoles implementaron en el territorio, al que denominaron Nueva España, otras actividades económicas, con herramientas de trabajo hechas a base de metal; introdujeron el ganado caballar, vacuno, porcino, bovino; nuevas plantas de cultivo (caña de azúcar, café, trigo, etc.); otras técnicas de producción y formas de organización del trabajo y la propiedad; un nuevo sistema de cobro de impuestos, además de la moneda de metal, como moneda de cambio.

La de la Nueva España fue una economía basada en el mercantilismo, política impuesta por la Corona Española con la finalidad de acumular metales, pues se creía que esto era la principal fuente y signo de riqueza de un país; por esta razón se dispusieron iniciativas y restricciones como las que se enuncian en el siguiente esquema:

Economía en la Nueva España: iniciativas y restricciones. Edith Vázquez

Éstas y otras iniciativas y restricciones, además de situaciones relacionadas con la organización de la propiedad y el trabajo, a la larga propiciaron un crecimiento parcial y desigual, a pesar de la inserción de la Nueva España en el mercado mundial, pues se convirtió en una de las principales productoras y proveedoras de la plata que circuló en ese entonces, sobre todo en Asia y Europa. La minería y el comercio dinamizaron algunas regiones de la Nueva España, sobre todo alrededor de los yacimientos en explotación, pero fue en beneficio de unos cuantos, descuidando otras actividades, además del desarrollo de la infraestructura necesaria para modernizar la economía en general y diversificar la producción.

A mediados del siglo XVIII, la Corona impulsó las llamadas reformas borbónicas en el ámbito político, administrativo y económico; esto, con la finalidad de aumentar sus ingresos, fortalecer el poder central y mejorar la administración de sus reinos en España y América. En Nueva España, y en lo que toca a la economía, dispuso las siguientes medidas:

Disposiciones económicas en el contexto de las Reformas Borbónicas. Edith Vázquez

Los resultados se tradujeron sí, en el aumento de los ingresos fiscales, de la producción minera y la actividad comercial, pero a favor de la Corona y de los peninsulares; fue un crecimiento desigual que ocasionó la inconformidad de los criollos, por no recibir los mismos beneficios; de igual modo, provocó el rechazo de quienes habían sido afectados en el poder que habían logrado desarrollar a nivel local. Tal es el escenario en el que comenzaron a agudizarse las contradictorias condiciones que harían estallar la guerra de independencia en 1810. 

Actividad H5P

Instrucción para el alumno: ¡Responde con base en la siguiente actividad!