Liberalismo y conservadurismo

A partir de la proclamación de la independencia de España se inició un proceso de reconstrucción política que debió de enfrentar diferentes complicaciones. Una de ellas fue que, desde el principio, no hubo un claro acuerdo sobre el sistema político que se iba adoptar. En primera instancia se estableció una Junta Gubernativa la cual fue sustituida meses después por un sistema monárquico (conocido como el Primer Imperio) bajo el gobierno de Agustín de Iturbide I.

Agustín de Iturbide. Imagen de Cihuaweb, Wikimedia Commons.

Las inconformidades surgidas ante este tipo de gobierno llevaron a la renuncia de Iturbide en 1823. Al año siguiente, en 1824 se estableció en México un sistema republicano. Esta forma de gobierno tiene las siguientes características: 

a) El poder político se divide en ejecutivo, legislativo y judicial.

b) Está sustentado en la elección popular (democracia).

c) Se basa en un marco legal que establece los derechos y obligaciones de gobernantes y gobernados, por lo cual se promulgó la constitución de 1824.

Sin embargo, incluso bajo el republicanismo siguieron prevaleciendo las dificultades. Ello debido a la división ideológica que surgió entre dos grupos: liberales y conservadores. Los primeros buscaban establecer un Estado liberal que centrado en la “preponderancia de la ley, la protección a los derechos individuales y la autonomía moral, así como a la legitimación del Estado a través de la soberanía popular y el consenso” (Diccionario Akal de Historia del siglo XIX, 2007, p. 277). Por su parte, el conservadurismo, aspiraba a conservar el sistema monárquico existente en tiempos virreinales por considerarlo legítimo apelando “al orden y a la defensa de la tradición” (Diccionario Akal de Historia del siglo XIX, 2007, p. 129). 

La disputa entre liberales conservadores no sólo tuvo que ver sobre la forma de gobierno que se quería establecer sino también sobre la intención de fundar un Estado laico ya que los liberales consideraban que era necesario separar los asuntos políticos de los religiosos. Así, entre los años de 1855 y 1857, se expidieron varias leyes reformistas, entre ellas: la Ley Juárez, la cual suprimió los fueros militares y eclesiásticos; la Ley Lerdo, que desamortizaba las fincas rústicas y urbanas de las corporaciones religiosas y civiles; y, la Ley Iglesias, la cual prohibía el cobro de obvenciones parroquiales a los pobres.

En este contexto se promulgó también la constitución de 1857, la cual ratificó el sentido laico del Estado mexicano y con esto restarle poder político a la Iglesia.. Ante esto, los conservadores promovieron un nuevo enfrentamiento bélico conocido como la Guerra de Reforma.

Alegoría a la Constitución de 1857. Imagen de Xochiztli, Wikimedia Commons

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Diferencias entre liberalismo y conservadurismo 

La pugna por establecer un sistema político republicano o monárquico finalizó en el último tercio del siglo XIX consolidando, en la teoría, un modelo democrático. No obstante, en la práctica, se estableció un régimen dictatorial que, a partir de 1884, permitió la reelección constante de Porfirio Díaz a la presidencia hasta el año 1910 cuando mediante un movimiento revolucionario encabezado por Francisco I. Madero le obligó a renunciar al poder. 

En los primeros años de la posrevolución, durante la primera mitad del siglo XX, un nuevo aire que buscaba impulsar la democracia lo hizo mediante el nacionalismo revolucionario el cual se sustentó en “lo nacional”, en lo propio, evocando en lo político la idea de que era necesaria la participación de todos los sectores populares, con una identidad propia creada a partir del indigenismo y el mestizaje. Al mismo tiempo, se consolidó la figura del presidente de la República a través del presidencialismo, otorgándo a éste la facultad de dirigir todos los asuntos financieros y políticos del país. El presidente que inauguró esta práctica fue Lázaro Cárdenas (1934- 1940).

Lázaro Cárdenas. Imagen de MiedoLosPugs, Wikimedia Commons

A partir de la década de 1980, la necesidad de impulsar el desarrollo económico para superar la problemática financiera que se vivía en el país tuvo como una de sus consecuencias el cuestionamiento de la administración estatal practicada hasta entonces, por lo que se consideró que era necesario que el Estado dejara de intervenir en la economía y poner todo en manos del sector privado. A esta ideología se le llama neoliberalismo.  Los neoliberales, por lo tanto, se opusieron a que el Estado participara directamente en el desarrollo económico y que a través del gasto público siguiera sosteniendo a los más desfavorecidos. Fue durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988- 1994) que el modelo neoliberal en México llegó a su máxima expresión.

Actividad H5P

Instrucción para el alumno: ¡Responde con base en la siguiente actividad!