Como toda ciencia, la Historia no se basa sólo en una serie de datos por investigar, sino que requiere de una estructura, un armazón, que permita dar consistencia a sus descubrimientos, basado en un método objetivo, comprobable, tanto de investigación como de exposición y, a su vez, permita explorar nuevos y diferentes ángulos desde los cuales puedan ampliarse los saberes de la historia. A esta estructura es la que conocemos como Teoría de la Historia.
La teoría de la Historia es relativamente reciente, pues se organiza como tal en el siglo XIX. Surge como el resultado de dos grandes vertientes en el desarrollo de nuestra disciplina. Por un lado, la profesionalización de la enseñanza de la historia como una materia universitaria, lo cual se da a partir del primer tercio del siglo XIX. Anteriormente, la historia la escriben abogados, escritores de novelas y narraciones, miembros del clero, políticos, personas de la nobleza, profesores de bachilleratos y universidades, sin una preparación formal, por ejemplo en disciplinas auxiliares como la Paleografía, que es el estudio de las letras antiguas, o la Diplomática, que estudia, ordena y clasifica los tipos de documentos de archivo. Se hacía historia con pasión antes que con método. La profesionalización implicó que los historiadores pensaran en nuevos temas, derivados de la investigación.
La utilidad de la Historia
La historia nos permite acercarnos al conocimiento del pasado, el cómo hacemos uso de este conocimiento varia de acuerdo con quien lo utiliza, Luis González nos dice que los propósitos que las personas tenemos al usar a la historia son tan variados como las aplicaciones que se le da. (González, 1989).
La historia nos permite preguntarnos sobre nuestros orígenes o contrastar sí la vida de nuestra familia ha cambiado y en qué, sí comemos lo mismo que nuestros abuelos. En ocasiones nos cuestionamos sobre los juegos o juguetes de nuestros padres o abuelos.
Se ha hecho uso de la historia como un medio para relajarnos o por el contrario como un elemento para la crítica social o la conmemoración patria. En este sentido son muchos usos aplicados a la historia, por ello Luis González nos explica que podemos clasificar su utilidad en historia anticuaria, historia crítica, científica y de bronce.[1]
La historia anticuaria
La historia puede servir para relajarnos al recrear mentalmente los ambientes que una novela histórica. Nos distraemos o relajamos cuando vamos de paseo y podemos visitar esos espacios que nos permiten contrastar nuestra forma de pensar o vivir con respecto a otras épocas.
Conocemos anécdotas e información que por lo general nos lleva a comparar la vida cotidiana de las sociedades a lo largo del tiempo. Nos acercamos al conocimiento del pasado por las narraciones que nos permiten despejarnos y entretenernos con datos aparentemente intrascendentes que nos llevan a imaginarnos las relaciones como la familia, el amor, la pareja.
Es una historia que es buscada por quienes coleccionan datos e información que auxilie al anticuario en la valoración de objetos que vende para el coleccionista. La información proporcionada por este tipo de historia ayuda a quien requiere datos que le permitan ambientar una novela, un guión cinematográfico, una película o la información que el literato necesita para presentar a los personajes que recrea en su trabajo. Tenemos otra forma de Historia que no nos proporciona el deleite o relajación, que nos lleva al compromiso: la Historia Crítica.
La historia crítica.
La historia crítica es la utilizada por quienes buscan información que apoye en la postura partidaria. Se utiliza la información que nos proporciona el conocimiento del pasado para apoyar los argumentos de quienes revisan las acciones de los gobiernos o las instituciones y plantear cambios, críticas o cuestionamientos a sus acciones.
Este uso de la historia lleva a quien la utiliza a buscar elementos para la argumentación de las diferentes visiones y dar fundamento a la postura política, por ello es la utilizada en la denuncia contra los gobiernos, los partidos o los gobernantes.
Con esta historia apreciamos cómo los partidos o políticos hacen uso de la historia y la utilizan como base para sus estandartes o propuestas para convencer al electorado e ir a votar por una postura u otra.
Es empleada por los hombres en el poder al utilizar los datos que les permitan legitimar el discurso político que legitime su postura y lugar en el gobierno.
La historia crítica, toma partido frente a una situación política. En este cuadro de Diego Rivera, Comunards, el autor nos presenta una visión sobre la comuna de París, en la cual toma partido por el primer intento del proletariado por crear un gobierno obrero. Para ver este cuadro, revisa el siguiente enlace.
La historia de bronce.
La historia que tradicionalmente aprendemos en la escuela es la historia de bronce, es una historia que tiene la finalidad de fomentar la identidad nacional, esto es fomentar un vínculo entre todos los que vivimos en México. La difusión de este tipo de historia lo encontramos en la enseñanza que nos dan en los niveles básicos de nuestra educación, fomenta el que aprendamos lo importante de nuestra nación para conocer su valor y por ende tener apreció por nuestro país, nuestras tradiciones y nuestra cultura.
En la escuela es común que se busque, a través de la historia, dar elementos que permitan cimentar nuestro origen común como mexicanos y con ello darnos identidad, explicar nuestros orígenes y quienes somos. Con “el propósito de dotar a las agrupaciones humanas de identidad, cohesión y sentido colectivo”[2]Formando lazos de identidad con el propósito de unir a poblaciones a través de identificar el origen común, estableciendo una relación entre nuestro pasado lejano con nuestro presente dando un sentido de continuidad en el pueblo o nación, llevando a unirnos a través de los elementos que nos identifican y nos unen como la lengua, la cultura, el territorio a través mantener vivo el conocimiento de nuestro origen común en el uso de símbolos nacionales como la bandera y el himno nacional.
Otro uso que le damos a esta historia es que nos permite enseñar valores, como es el caso del patriotismo, la amistad, la solidaridad, entre otros. Para fomentarlos se nos presentan los acontecimientos en los que se destaca las acciones de grandes hombres, de importantes gobernantes o de caudillos que sirven de modelo para transmitir a través de sus acciones los ejemplos a seguir.
Las fiestas cívicas son otro medio en el que la historia es utilizada para el mantener presente el recuerdo de hechos que nos permiten vivir en una sociedad diferente a la de otras sociedades, en condiciones políticas y sociales distintas, nos incita no sólo al recuerdo sino a la convivencia en la que destaca mantener viva la tradición.
La historia científica.
Este tipo de historia presenta los acontecimientos, los hechos o a los personajes de una manera crítica, ya que no sólo pretende destacar las virtudes sino también los problemas o errores.
La historia científica basa sus afirmaciones en un método de investigación, en el que tras identificar el tema busca en fuentes la fundamentación de los acontecimientos que trata de narrar y explicar.
Para su realización se identifica el tema, mismo que se delimita en cuanto a lugar y temporalidad, se establecen las fuentes primarias en las que se va a reconstruir el acontecimiento, además se pretende dar una explicación del suceso con el fin de comprender el hecho. Abundaremos en el apartado de metodología de la investigación histórica.
Actividad H5P
Instrucción para el alumno: ¡Es el momento de revisar lo aprendido!