El origen de la filosofía
Esta actividad que, hasta aquí, has comenzado por denominar filosofía y que se comprende como esa construcción y comprensión del sujeto y del mundo que lo rodea proviene, histórica y geográficamente, de la Antigua Grecia, de un momento en el que la humanidad comenzó a buscar explicaciones racionales acerca del origen del mundo y de todos sus objetos, puesto que la manera que se mantenía entonces -el mito- para explicar el mundo ya no les era suficiente. Por esta razón, Tales de Mileto, ya en el siglo VII a. de C. y a quien se le atribuye ser el primer filósofo, pretendió conocer el denominado arché o bien, el principio de todas las cosas, considerando que todo lo que es, fue y será de este mundo proviene y es constituido por ese elemento vital que conoces como “agua”. Esta explicación, pudo sobrevenir a partir de reconocer la presencia del agua en una multiplicidad de objetos, tales como la lluvia, los ríos, los mares, la sangre, etcétera, o tal vez de la importancia que tiene este recurso para el desarrollo de la vida, por lo que Tales de Mileto afirmó que Todo está lleno de dioses, es decir, que el agua se encuentra presente de manera original en todos los objetos.
Como has de suponer, esta explicación no fue suficiente para una multiplicidad de pensadores que, siguiendo su ejemplo, utilizaron la racionalidad para encontrar este principio fundador de todas las cosas, figurando en esta amplia lista nombres como los de Anaximandro, Anaxímenes, Heráclito, Parménides, Empédocles, entre muchos otros filósofos que, por tratar de rastrear al arché dentro de los componentes de la naturaleza, han sido conocidos también como filósofos de la naturaleza.
Si bien es cierto que los primeros filósofos comenzaron a indagar acerca del origen de todo lo que existe, la filosofía no tardó mucho tiempo en diversificarse en cuanto sus temas, problemáticas y metodologías. Así, a través de la historia los filósofos han planteado todo tipo de cuestiones y reflexiones acerca del mundo, pero también han abordado la naturaleza humana, la política, las características del conocimiento, la naturaleza de la belleza y las condiciones que debe cubrir el arte, etcétera, ya que, prácticamente, todo puede ser planteado como un problema y como un objeto de estudio propio de la filosofía y del filosofar.
Aristóteles, estatua y escultura
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La especificidad de la filosofía
Continuando con el estudio acerca de qué es la filosofía y sobre cuáles son las características que le dotan de su propia naturaleza e identidad, diferenciándose de las demás ciencias, es momento de que te introduzcas de manera breve a la especificidad de la filosofía. Ahora bien, es cierto que no existe una respuesta única acerca de qué es lo que hace a la filosofía ser lo que es; sin embargo, en casi todas las respuestas que puedas hallar acerca de la naturaleza de esta actividad encontrarás, con toda certeza, los siguientes tres elementos: racionalidad, sistematicidad y criticidad. Es decir, la filosofía como una actividad racional, crítica y sistemática; pero ¿qué puedes entender por cada una de ellas?
Libros, biblioteca y leyendo
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Racionalidad: En primer lugar, se dice que la filosofía es de carácter racional, puesto que en ella predominan las argumentaciones lógicas y las especulaciones de corte reflexivo, más allá de la mera observación empírica. En este sentido, a la filosofía no le basta con realizar una mera descripción de los objetos a través de la manera en la que se presentan ante los seres humanos, sino que pretende ir a las primeras causas y principios de las diversas temáticas y preocupaciones; esto es: la filosofía busca conocer por qué las cosas son como son a través de la actividad reflexiva y lógica de nuestro propio pensamiento.
Sistemática: Además, la actividad filosófica debe tener presente que todos sus pensamientos, tesis y afirmaciones se encuentren vinculadas, jerarquizadas y relacionadas entre sí; de manera que puedan dar cuenta de situaciones particulares a partir de los aspectos más generales obtenidos por la reflexión especulativa. Por ende, la filosofía no puede permitirse ocurrencias ni incoherencias, sino que todos sus hallazgos, premisas y pensamientos deben estar conectados y relacionados, deducidos unos de otros y generar un sistema de pensamiento plenamente estructurado.
Crítica: Finalmente, se dice que la filosofía es crítica porque ella misma no acepta ni admite nada que no sea susceptible de ser examinado a la luz de la racionalidad, aceptando o refutando sus proposiciones a partir de las razones que se poseen para ello. Por esta razón, se dice que la filosofía no se contenta con explicaciones míticas, fantásticas o religiosas, sino que debe dudar de todas las consideraciones y explicarlas a la luz de la racionalidad.
A continuación, se te presenta la siguiente actividad para reafirmar los conceptos referidos a la especificidad de la filosofía.
Características y objeto de estudio de la filosofía
Aclarar cuál es el objeto de estudio propio de la filosofía no es una cuestión sencilla, pues durante muchas etapas de la historia y para diversos filósofos y corrientes filosóficas, su principal objeto de investigación ha cambiado. Así, por ejemplo, en la etapa de los primeros filósofos (denominados presocráticos), el principal objeto de estudio de la filosofía era el arché; en la Edad Media, Dios y el alma del hombre; en la Modernidad el Ser Humano como alma o sustancia racional, etc. Incluso, en algunos filósofos de la talla de Platón, Aristóteles, Hegel, entre muchos otros, los temas han sido tan variados y diversos que reflexionaron acerca del alma del hombre, la naturaleza de la conducta humana, el conocimiento y hasta sobre el lenguaje; por lo que quizá sea más prudente establecer que todo objeto y problemática, mirado crítica, sistemática y racionalmente, puede ser susceptible de ser considerado objeto de estudio de la filosofía.
Así, como resumen, es posible citar a Gregorio Fingermann, cuando dice: “Debemos declarar que es muy difícil determinar el objeto de la filosofía, porque cualquier objeto puede servir para la reflexión filosófica. Así, al lado de la historia, como ciencia particular, tenemos la filosofía de la historia, al lado de la ciencias naturales está la filosofía de la naturaleza; al lado de las matemáticas tenemos la filosofía de las matemáticas, etcétera” (Fingermann, 2009)
Una vez explicitado lo anterior, es posible continuar con el estudio de las características de la actividad filosófica, más allá de las particularidades esenciales y específicas que la estructuran y que pueden ayudarte a definir y comorender de mejor manera en qué consiste esta actividad que nos hemos empecinado en denominar “filosofar”.
Entre estas características, destacan la de universalidad, profundidad, certidumbre, fundamentación y práxis de la filosofía.
En el siguiente video, encontrarás una aproximación a la pregunta ¿Cuál es el sentido de la vida? Resuelta de forma filosófica y religiosa. ¿Puedes encontrar las diferencias metodológicas entre la forma de responder a dicha pregunta a partir de cada una de estas disciplinas?
Ahora bien, tras visualizar estas diferencias sobre el proceder de la filosofía y de la religión, es momento de profundizar acerca de las características propias de la filosofía y, por ende, del filosofar; las cuales son, a saber, las siguientes:
Universalidad: La filosofía es universal o totalizadora, debido a que se muestra como un intento racional para la construcción de un pensamiento que sea capaz de ser aplicado a toda la humanidad o ser racional, dando la posibilidad de explicar, comprender “todas las cosas”, sin importar quién sea el sujeto que las intelija. Esta pretensión de universalidad no es arbitraria ni parcial, pues busca el convencimiento a partir de razones coherentes, profundas, críticas y racionales (acorde a la especificidad de la filosofía) para que sus planteamientos estén estructurados de la mejor manera posible.
Profundidad: Esta característica consiste en la búsqueda de explicaciones y definiciones, en las respuestas, cada vez más completas; así, la filosofía se mantiene en un constante dudar de sus planteamientos hasta llegar a estratos cada vez mejor cimentados. Por ello, se dice que la filosofía profundiza constantemente en sus cuestiones, pues siempre trata de llegar más lejos en sus conclusiones.
Certidumbre: La filosofía no busca establecer respuestas azarosas o inverosímiles, por el contrario; en ella radica la cualidad de dar certeza y veracidad a sus planteamientos, de manera que se presenten como conclusiones lógicas y bien estructuradas para intentar alcanzar los argumentos más cercanos a la verdad.
Fundamentación: Como ya se ha estipulado, la filosofía debe proceder sistemáticamente en sus reflexiones, por lo que sus tesis y proposiciones deben estar correctamente relacionadas y sostenidas entre ellas. Así, la filosofía no procede inconexa ni incoherentemente, sino que todos sus argumentos y razones suelen sostenerse unas sobre otras. Por ejemplo; al argumento sobre trabajado de: “todos los hombres son mortales, yo soy hombre; por lo tanto, yo soy mortal”; la conclusión obtenida reposa (se encuentra fundamentada) en las premisas anteriores. Es decir, los hallazgos de la filosofía siempre deben estar sostenidos racionalmente.
Praxis: Si bien es cierto que en la actividad filosófica predomina la teoría y la abstracción por sobre la práctica; también es verdad que una gran cantidad de filósofos consideramos que de nada sirve tener un complejo entramado de ideas que en nada se aplican a la realidad. Filósofos como Karl Marx sostienen que la filosofía debe incidir sobre el mundo, transformarlo. De igual manera, algunos otros pensadores, como Aristóteles, afirman que de nada sirve ser un erudito en materias como la ética si estos conocimientos (el de las virtudes, por ejemplo), no es llevado a la práctica. Por ende, se afirma, de nada sirve pensar si no se guarda un principio de coherencia con el actuar.
Área y problemas de la filosofía
Ahora bien, es de todos sabidos que la ciencia se encarga, con sus propios métodos y paradigmas, de estudiar la totalidad de la realidad, al igual que la filosofía; pero ya que la realidad es tan amplia y compleja, la propia ciencia tiene que dividirse en diversas ramas y disciplinas para focalizar los diversos aspectos del mundo. Así, por ejemplo, la biología se concentra en el estudio de la vida, la física del estudio de las leyes que rigen el mundo, la astronomía de los fenómenos celestes, etcétera. Asímismo, opera la filosofía, dividéndose en distintas áreas para pensar y reflexionar acerca de la totalidad de los entes que integran la realidad, de manera que esta división logre una mayor profundidad en sus reflexiones.
Ahora bien, las principales áreas y problemas de la filosofía, son las siguientes:
Metafísica: El término metafísica proviene del griego metá (más allá) y physis (naturaleza), es decir, por su etimología se refiere a todo lo que está más allá de lo físico; sin embargo, esto no quiere decir que se refiera a fantasmas y elementos sobrenaturales. Por el contrario, el término se acuñó en el siglo I a. C por Andrónico de Rodas debido a que, tras leer un texto de Aristóteles (que ahora lleva el nombre de “Metafísica”), se percató de que los papiros reflexionaban en torno a las causas y principios de la naturaleza y de la física, por lo que lo situó más allá del libro llamado Física (naturaleza). La metafísica, como disciplina filosófica, entonces, habla acerca de lo que hace ser a todas las cosas, es decir: de las primeras causas o de aquella sustancia o esencia que les otorga el ser a todos los entes.
Sus principales preguntas o problemas filosóficos son: ¿Qué es el ser?, ¿qué es el alma?, ¿Cuál es la naturaleza de la divinidad? o ¿qué es lo que hace ser a las cosas?
Ontología: Al igual que la metafísica, la ontología se encarga del estudio del ser; esto es, se encarga de estudiar las propiedades del ser y de todo lo que permite el ser de los entes. Si bien es cierto que puede identificarse con la metafísica, el término se adoptó desde el siglo XVII, aunque cobró una fuerza mayor con los sistemas filosóficos del siglo XX; ello, porque algunos autores, como Martin Heidegger, buscaron mantener distancia con la metafísica de la filosofía tradicional. Por lo genera, sus principales problemáticas se identifican con los de la metafísica, predominando la pregunta por el ser.
Ética: Esta rama de la filosofía se encarga del estudio de la moral, es decir, de las conductas concretas de los seres humanos para poder emitir juicios de valor que las categoricen como buenas o malas; para poder realizar esta tarea, la ética se auxilia de la teoría del valor (denominada axiología). Sus principales problemas giran en torno a las preguntas: ¿qué es el bien?, ¿qué es un acto moral?, ¿qué es la libertad? o ¿qué condiciones deben estar presentes para que un acto humano pueda denominarse como bueno o malo?
Lógica: Es el área de la filosofía que estudia los razonamientos y argumentos para poder determinar si son buenos o malos, correctos o incorrectos. Además, la lógica estudia las reglas formales del pensamiento, o lo que es lo mismo, la estructura de nuestros razonamientos para determinar su validez o invalidez. La lógica se suele dividir, tradicionalmente, en lógica formal y lógica informal. La primera de ellas se encarga de estudiar los razonamientos tomando en cuenta, únicamente, su estructura; en tanto que la lógica informal estudia los razonamientos a partir de su contenido. Entre sus principales preguntas filosóficas encontramos: ¿qué es un argumento?, ¿qué es una falacia?, ¿cuáles son las partes del argumento? y ¿qué condiciones debe cumplir un argumento para que pueda ser considerado como correcto?
Epistemología: También denominada teoría del conocimiento; es la rama de la filosofía que reflexiona acerca de lo que es el conocimiento, qué condiciones deben existir para que conozcamos algo, qué es la verdad, qué son las creencias. En síntesis, la epistemología se encarga del estudio de los procesos y las condiciones de posibilidad necesarias para que el ser humano pueda conocer y llegar a la verdad.
Estética: Es la rama de la filosofía que estudia los objetos artísticos y su relación con categorías como lo bello, lo feo, lo grotesco, lo sublime, etcétera. Entre sus principales problemas se encuentran: ¿Qué condiciones debe reunir una obra para que pueda ser considerada como arte?, ¿qué función y finalidad tiene un bojeto artístico?, ¿qué es lo bello, lo feo, lo grotesco, lo sublime?, ¿el arte es relativo al sujeto que lo observa o, más bien, es algo de carácter universal?
Actividad H5P
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