Es común observar que cuando se habla de “política” prevalece, por desconocimiento, una visión negativa de esta, derivada de la actividad política que hacen todos los políticos, la que ya todos conocemos. Sin embargo, es necesario diferenciarlas para poder, primero, entender por qué la práctica política se construye y, en segundo lugar, cómo se construye. Es decir, es necesario advertir la necesidad de recuperar una definición de “política” que tenga otras implicaciones. Es aquí donde entra la definición que nos da Aristóteles porque en su definición encontramos el carácter cívico que habremos de recuperar.
Empezamos con una pregunta elemental para nuestro tema ¿qué significa que el ser humano sea un ser político? En el libro “Política”, Aristóteles explica que el ser humano es un ser político, un zoon politikon, traducido de manera literal, un “animal político, cívico o social”. En la sentencia más conocida al respecto dice que “el hombre es por naturaleza un animal social, y que el insocial por naturaleza y no por azar es o un ser inferior o un ser superior al hombre” (1253a 9), es decir, el carácter social del hombre es una inclinación que emana de su ser humano, y esta característica lo eleva a un rango superior por encima de quien no la posee; por encima solo queda una figura divina. Este modo de ser lo conduce a relacionarse con los demás de una manera particular.

Ve el siguiente vídeo y escucha con atención el significado del hombre como animal político y el cambio de la definición de “política” que se presenta..
Como habrás escuchado, el término “político” se refiere a un comportamiento y actividad social del hombre, el ejercicio de los políticos aunque de cierta manera relacionado, no es el significado central.
En la filosofía de Aristóteles la palabra “político” mantiene un vínculo intrínseco con el término polis, nombre con el que se le conocía a las ciudades-estado de la Grecia antigua que en otros términos es a la vez la sociedad y la comunidad política. De ahí que el carácter social del término está dado desde su propia conformación etimológica. Lo que en otros términos podemos decir es que la política no es o no debería ser algo ajeno a los habitantes de una comunidad.
Vamos a profundizar en la definición aristotélica a partir de un ejercicio.
Lee el siguiente texto extraído del texto “Política” y contesta las preguntas que se te harán en la actividad 1 . Estas tienen el objetivo de conducirte a profundizar en una concepción de la actividad política en un sentido no sólo distinto, sino en aquella acepción originaria que tendría que cambiar nuestra manera de concebirla.
Dice Aristóteles:
“La naturaleza arrastra, pues, instintivamente a todos los hombres a la asociación política. El primero que la instituyó hizo un inmenso servicio, porque el hombre, que cuando ha alcanzado toda la perfección posible es el primero de los animales, es el último cuando vive sin leyes y sin justicia. En efecto, nada hay más monstruoso que la injusticia armada. El hombre ha recibido de la naturaleza las armas de la sabiduría y de la virtud, que debe emplear sobre todo para combatir las malas pasiones. Sin la virtud es el ser más perverso y más feroz, porque sólo tiene los arrebatos brutales del amor y del hambre. La justicia es una necesidad social, porque el derecho es la regla de vida para la asociación política, y la decisión de lo justo es lo que constituye el derecho” (1253a, 15).
Actividad H5P
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