Obra de distintos autores en trabajos científicos sobre la cibernética

Norbert Wiener y el origen de la cibernética

El padre de la cibernética

No todas las ciencias tienen un creador y un acta de nacimiento claros, como es el caso de la cibernética, en cuya historia despunta un nombre propio: Norbert Wiener. El primer hijo de Bertha Kahn y Leo Wiener demostró desde muy temprano facultades de genio. Se cuenta que aprendió el alfabeto a los 18 meses de edad nada más con ver a su nana dibujar las letras en la arena de una playa. 

Debido a que su padre perdió su trabajo como profesor de lenguas modernas, Norbert abandonó su ciudad natal, Missouri, para instalarse en una granja del Foxboro, al sur de Boston. Asistió a la escuela como cualquier niño local y, si bien se le acomodó en un grado superior a su edad, a su padre le quedó claro que tendría que hacerse cargo personalmente de su educación. Como es tradición en muchas familias norteamericanas que aspiran al éxito, el joven Wiener fue sometido a una dura instrucción. Como sucedió con otros genios de las ciencias exactas, en sus primeros años de vida, Norbert no parecía tener ninguna habilidad para las matemáticas, de hecho su capacidad para contar parecía inferior a la del promedio; a los siete años aún necesitaba mirarse los dedos para hacer una cuenta simple. Por esa época Wiener padre recibió la propuesta de traducir las obras completas de Tolstoi, trabajo por el que recibiría 10 mil dólares y que le dejaría sin tiempo para educar a su hijo.

Norbert y Margaret Wiener, en el Congreso Internacional de Matemáticas, Zúrich 1932. 
Imagen de Johannes Meiner , Wikimedia Commons.

Así pues, Norbert regresó a la educación pública, pero sus conocimientos en latín, alemán, inglés, matemáticas, y otras ciencias, lo llevaron a graduarse de la preparatoria a los 11 años. Un año antes, escribió “La teoría de la ignorancia”, su primer ensayo filosófico sobre la incompletitud del conocimiento. 

Su precocidad intelectual no pasó desapercibida. Un reportero del The World de Nueva York escribió a ocho columnas un artículo sobre Wiener titulado “El niño más asombroso del mundo”. Con 11 años, Norbert se convirtió en la persona más joven en ingresar a la universidad. 

Para pasar desapercibido, el padre de Norbert no inscribió a su hijo en la Universidad de Harvard, como era de esperarse, sino en la Universidad de Tufts, en Medford, Massachussets. En la universidad, el joven Wiener probó suerte en la biología, la química, la electricidad, pero su escasa habilidad manual, en parte debida a la miopía provocada por las duras jornadas de lectura a la que era obligado por su padre, lo inclinaron hacia las matemáticas, donde no podía romper nada (se ganó la fama de ser el estudiante que más equipo de laboratorio destruyó en la historia de la Universidad Tufts). A los 14 años se graduó con honores de la licenciatura en matemáticas. 

Siempre con la anuencia de su padre, Norbert Wiener ingresó a Harvard para estudiar un posgrado. En ese tiempo conoció la lógica matemática de Alfred North Whitehead y al prominente filósofo Bertrand Russell, con el que trabajó como alumno gracias a que obtuvo una beca como posdoctorante en la Universidad de Cambridge en Reino Unido. 

Debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial, Wiener se vio obligado a regresar a Harvard, sitio en el que nunca se sintió cómodo. De hecho, su condición de genio le sirvió de poco para ganarse un espacio como académico en Harvard: su problema de ansiedad y nerviosismo no superados le impidieron desempeñarse adecuadamente en las pruebas para obtener un espacio como académico en esta prestigiosa universidad. Fueron tiempos difíciles. Norbert debió abandonar su alma máter y pasó un tiempo buscando un trabajo acorde a su potencial. El Instituto Tecnológico de Massachusetts lo contrató para dar clases de matemáticas a ingenieros. En aquel entonces el MIT no tenía el reconocimiento que tiene actualmente como potencia en las matemáticas. En realidad, fue Wiener quien convirtió el modesto departamento de matemáticas en una de las principales fuentes de reconocimiento de esa institución. 

Los amplios conocimientos de Wiener en matemáticas puras fueron muy útiles en el MIT; profesores del departamento de ingeniería eléctrica se acercaban a él para dar sustento teórico a problemas puramente prácticos. Para 1926, Wiener estaba plenamente asentado en el MIT y se había casado con Margaret, esposa que, por cierto, fue impuesta por sus padres. Comenzó a establecer relaciones con físicos e ingenieros de renombre como Vannevar Bush (maestro de Claude Elwood Shannon), Max Born, David Hilbert, entre otros. Escribió artículos en diferentes áreas de la física y la ingeniería que le granjearon el reconocimiento mundial, con lo que se ganó un lugar en la Academia Nacional de las Ciencias. 

Antecedentes de la cibernética

Definición del concepto de cibernética

El nacimiento de la cibernética

En los años en los que la cibernética era sólo un esbozo en la mente de Wiener, aparece un mexicano para ayudar a Norbert a materializar su idea. Arturo Rosenblueth era un fisiólogo docente de la Escuela de Medicina de Harvard que organizaba mensualmente cenas en las que se discutían temas científicos. Norbert y Arturo se hicieron amigos. Les parecía interesante los paralelismos que existían entre el funcionamiento de las máquinas y los animales, especialmente en el campo de la retroalimentación. Con el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial, Wiener se vio obligado a dejar sus investigaciones y enfocarse en la construcción de un sistema de predicción de trayectorias de la artillería antiaérea. Si bien su desarrollo no llegó a concretarse, ciertos avances, especialmente en la estadística, la física y la informática, formarían la base de un libro fundamental que escribió en una estancia en la Ciudad de México. Este sería el acta de nacimiento de la cibernética. Wiener escogió este nombre para denominar a la nueva ciencia dedicada al control de máquinas y seres vivos que estaba por dar a la luz debido a sus amplios conocimientos en el griego. Cibernética viene de la pronunciación inglesa (cybernetics) del vocablo griego kubernetes que significa timonero, el timón de un barco.

Cybernetics, de Norbert Wiener.
Imagen de autor desconocido, reproducción de Gerd Küveler, Wikipedia Commons.

Cibernética o el control y comunicación en animales y máquinas se publicó en 1948 y pronto se convertiría en lectura obligatoria en círculos inclusive no científicos. En tiempo vertiginoso Norbert Wiener alcanzó la fama. En 1951 la UNAM le otorgó un doctorado honoris causa. La cibernética se diseminó alrededor del mundo. Personajes ahora de sobra reconocidos como Enrico Fermi en Italia o Alan Turing en Inglaterra formaron o participaron círculos dedicados a la cibernética. 

Norbert Wiener dedicó los siguientes años a la divulgación de su obra participando en conferencias por todo el mundo y a escribir su biografía y otros libros sobre las implicaciones de la tecnología en el futuro. Sin embargo, una fractura de cadera y un diagnóstico de diabetes mermaron la salud de Wiener. El 18 de marzo de 1964, después de haber inaugurado un laboratorio de comunicaciones en Estocolmo, Suecia, Norbert Wiener sufrió un infarto que le costó la vida. Debido a sus opiniones antibelicistas, en medio de la guerra fría, el gobierno de Estados Unidos intentó marginarlo, pero su legado fue tan importante que sigue siendo una figura reconocida en campos como la inteligencia artificial, la ingeniería de control y muchos otros. Norbert Wiener fue un sabio en el término más clásico. En una época de máxima especialización como la actual, resulta útil recurrir a figuras como la de Norbert Wiener, que para explicar la complejidad del ser humano y su entorno dialogó con la filosofía, las matemáticas, la física, la ingeniería, la medicina, la biología.

Otras definiciones de cibernética

El diccionario de la Real Academia Española define a la cibernética como la ‘ciencia que estudia las analogías entre los sistemas de control y comunicación de los seres vivos y los de las máquinas’. Esta definición es correcta como primer acercamiento. Sin embargo, como ciencia interdisciplinaria, la cibernética se ocupa de conceptos e incluso teorías completas que, en apariencia disímbolas como la filosofía y la ingeniería, y en gran medida la física y la medicina, forman una ciencia que, en su definición más general, es aquella dedicada al control o regulación de máquinas y seres vivos.

Con el tiempo la cibernética se ha diversificado en varias ramas que por sí solas se han establecido como ciencias por derecho propio, una de ellas es la ingeniería de control. En su vertiente ingenieril, la cibernética es la ciencia dedicada al control de máquinas por medio de la retroalimentación. La retroalimentación es un concepto que se explicará a detalle en las siguientes secciones.

Actividad H5P

Comprueba lo que aprendiste y participa en este desafío.