La Sociología surgió como disciplina científica en el siglo XIX derivado de las transformaciones sociopolíticas de la época. Recordarás que dicho siglo es heredero de las rupturas y continuidades derivadas de la Revolución Francesa y el movimiento intelectual de la Ilustración. Después de estos movimientos, la realidad social no se percibió igual: las monarquías fueron puestas en duda ya que, si el poder político emanaba del pueblo, la soberanía no residía en el monarca sino en las decisiones del pueblo. 

Además, las explicaciones del comportamiento humano y de los acontecimientos sociales cada vez más se alejaban de argumentos mágicos y supersticiosos (metafísicos). El método científico, fundamentado en las ideas de Descartes, iba ganando terreno en las explicaciones de los acontecimientos del mundo. 

A este respecto te invitamos a revisar la siguiente infografía, la cual contiene los elementos más importantes del método científico.

El método científico es heredero del Renacimiento, época en la cual el ser humano desplaza a las deidades y se pone en el centro de atención y explicación con el libre albedrío como fundamento para entender el origen y el impacto de sus decisiones. 

El libre albedrío es la oportunidad que tiene el ser humano para tomar decisiones propias más allá de los designios de las deidades en las que cree. Para tomar decisiones es necesaria la razón, aquella que nos hace pensar en los pros y los contras de una situación, es decir, nos da la perspectiva de los posibles escenarios a los que nos enfrentamos. 

Esa evaluación que hacemos de nuestras decisiones en la vida cotidiana, han sido analizadas formalmente, con base en el método científico, por autores como Comte, Durkheim, Weber, etcétera, a quienes estudiaremos más adelante porque fueron los fundadores de la Sociología como disciplina científica. La observación, la hipótesis, la experimentación, la teoría y las conclusiones derivadas de esta secuencia de pasos, fueron aplicadas para analizar a la sociedad y a los seres humanos como miembros sociales que interaccionan en un espacio y tiempo determinados.  

Surgimiento de la Sociología como disciplina científica. 

En el año de 1802, el filósofo y científico Saint-Simon, en su trabajo “Introducción de los trabajos científicos del siglo XIX” (Cardiel, 1979, p. 11), estableció que, así como las matemáticas y la física se regían por los elementos del método científico, la sociedad debía ser analizada bajo esos postulados en un esfuerzo por dar respuesta, y solución, a los problemas sociales del siglo XIX derivados, en buena medida, de la sacudida provocada por la Revolución Francesa. 

Los postulados teóricos de Saint-Simon fueron la base para el desarrollo de las ideas de August Comte, quien es considerado el padre de la Sociología.  Al ser discípulo de Saint-Simon, Comte valoró la física y las matemáticas como disciplinas centrales de la ciencia.

La influencia de Saint-Simon explica por qué para Comte fue indispensable el método científico para explicar los problemas sociales y darles una resolución que nos llevaría al orden y al progreso.  Según Comte, utilizar el método científico para explicar la realidad social nos llevaría a un estado positivo que era indispensable si queríamos tener orden social y progreso sostenido, lineal y ascendente. Pero, ¿qué es el estado positivo?

En este punto es necesario que no confundas el buen ánimo de las personas con el estado positivo. En este estado los seres humanos utilizan el método científico para explicar los acontecimientos sociales basándose en lo que existe, en lo que pueden observar y no en lo que imaginan, por lo que el conocimiento empírico toma un papel central en el avance de las sociedades. 

El estado positivo es uno de los tres estados que Comte concibió para ofrecer una explicación histórica acerca de cómo hemos interpretado el acontecer social.

Esto que hemos mencionado lo puedes revisar en la siguiente imagen que resume los tres estados:

Como pudiste observar en la imagen acerca de la Ley de los tres estados de Comte, el estado teológico y el metafísico distan mucho del positivo. El estado teológico lo podemos relacionar con la etapa antigua cuando los seres humanos explicaban los acontecimientos por medio de los deseos de sus dioses. En esa etapa histórica casi todas las sociedades eran politeístas, y se afirmaba que los dioses tenían poder sobre la vida de los seres humanos. ¿Recuerdas la película de Troya, o bien el libro de La Odisea de Homero? En esta historia Paris se enamora de Helena porque así lo quiso Afrodita, quien era la diosa del amor de la cultura griega. El amor entre Paris y Afrodita fue posible por la intervención de la diosa del amor, por lo tanto, las consecuencias de ese amor prohibido son resultado de la decisión de los dioses. En el estado teológico, la intervención de los dioses es indispensable para comprender las consecuencias de los sucesos sociales. 

Por su parte, en el estado metafísico los seres humanos creen que fuerzas desconocidas y mágicas son las causantes de los sucesos sociales. Estas fuerzas hacen que la naturaleza decida sobre el rumbo de la humanidad. Entonces, el ser humano sigue explicando los fenómenos sociales a partir de fuerzas externas que impactan en su vida diaria. 

En el estado positivo el ser humano explica su entorno a través del método científico. Por lo que la observación, las hipótesis, la experimentación y la teoría se vuelven necesarias para explicar aquello que los sentidos perciben, es decir, lo existente. 

Te invitamos a revisar el siguiente video en el cual se retoman y profundizan algunas de las ideas anteriormente señaladas.

Elementos teórico-conceptuales de la Sociología 

Los fundadores: Augusto Comte.

Como ya hemos revisado, Augusto Comte es considerado el padre de la Sociología debido a que es el primer pensador que señaló la necesidad de contar con una disciplina que estudie, de manera científica, a la sociedad. El acercamiento que tiene con la física y las matemáticas derivado de la influencia del pensamiento de Saint-Simon, hace que conciba, primero, a la física social como un intento de acercar el estudio de la sociedad por medio del método científico que guiaba a la física como disciplina. 

El orden y el progreso son dos elementos que guiaron el pensamiento de Comte. Esto tiene relación con el contexto histórico-social en el que vivió ya que una de las consecuencias de la Revolución francesa fue la inestabilidad política y social que duró varios años. Comte se preguntaba cómo podría la sociedad salir de esa

realidad caótica, por lo que consideró que el orden social proveniente del positivismo llevaría a las sociedades al progreso que se había estancado con el movimiento revolucionario. 

Para ello era necesario, según Comte, que las sociedades compartieran un  sistema de principios éticos necesarios para lograr el orden social. Su filosofía positiva, entonces, fue un esfuerzo para cimentar dichos principios en virtud de alcanzar la paz social mediante la armonía en las relaciones sociales. En pocas palabras, para Comte el positivismo constituía el antídoto para la inestabilidad social heredada por la Revolución francesa. 

Elementos teórico-conceptuales de la Sociología: Emilio Durkheim. 

Así como fue avanzando el conocimiento en otras áreas de las ciencia, la Sociología se abrió camino bajo diferentes perspectivas en donde las prioridades ya no solo eran el orden y el progreso, sino el entendimiento de la estructura social y de las acciones llevadas a cabo por los seres humanos. 

Sin duda, los aportes de Comte fueron un parteaguas para la Sociología y su avance. Pero no olvidemos que en las Ciencias Sociales, como en cualquier ciencia, tienen avances continuos debido a que los postulados no son dogmas, es decir, la ciencia conlleva al cambio en todo momento. 

Por ejemplo, Emilio Durkheim quien fue otro fundador de la Sociología, aportó el método sociológico como un esfuerzo para analizar el entorno social. Una de sus principales propuestas fue invitarnos a dudar de lo que pensamos acerca de los demás y de nosotros mismos ya que, solo de esa forma, podíamos dejar de lado los prejuicios que tenemos sobre el orden social. 

Los prejuicios sobre el orden social se refieren, por ejemplo, a las opiniones que tienes acerca de lo que es correcto o incorrecto. Durkheim diría que si no pones en duda esas opiniones acerca de lo correcto o lo incorrecto, no serías consciente de lo que te hizo definir qué es correcto. No naces sabiendo lo que es correcto. La noción que tienes acerca de ello deriva de las costumbres, los valores y el contexto en el que te desarrollas. Por eso, para una sociedad algo puede ser aceptable y correcto mientras que para, el mismo hecho, puede no serlo. Cada sociedad tiene diferentes parámetros. 

Émile Durkheim. Imagen de autor desconocido, Wikimedia commons.

Estructural funcionalismo y las reglas del método sociológico.

“Entre mayo y agosto de 1894 Émile Durkheim publicó en la Revue philosophique una serie de cuatro artículos titulados «Las reglas del método sociológico»” (Galindo, Vázquez y Vera, 2019, p. 12). Estas reglas fueron una guía metodológica para cuestionar, de manera lógica, la realidad social. 

Referencias: Durkheim, E. (2019). Las reglas del método sociológico y otros ensayos de metodología. México. Fondo de Cultura Económica.

Como puedes observar en el cómic, el gato “Valentino” señala la importancia de conocer los postulados de Durkheim para entender a los humanos. ¿Por qué? Porque el comportamiento humano les parece extraño dado que son de otra especie animal. Los gatos y los perros no pueden formar una sociedad con reglas porque ellos se guían por sus instintos básicos. En cambio, los seres humanos no solo se guían por instintos sino que conforman sociedades para establecer reglas que permitan establecer una orden. El perro “cola mocha” no entiende porqué su humano repite los supuestos de Durkheim, y el gato “Valentino” le explica que, si pone atención, esos supuestos le permitirán comprender el comportamiento de su humano. 

En la interpretación que observas acerca del cómic está implícito el hecho social. Los seres humanos, en la antigüedad, domesticamos animales como los perros y los gatos para que protegieran las cosechas y nos avisaran de los peligros. De alguna manera sabíamos que nos entendían y ellos a nosotros, es decir, aprendimos que era posible la comunicación entre especies solo que no sabíamos cómo se daba. Ahora, con los avances de la etología, que es la disciplina científica que se encarga de estudiar el comportamiento animal, podemos saber cómo se da dicha comunicación. 

El cómic que has visto refleja una interpretación humana, ordinaria, del comportamiento animal que no necesariamente refleja el comportamiento animal real como lo explicaría un etólogo. Ante esto, Durkheim nos diría que dudemos de nuestra interpretación sobre la interacción animal, porque sólo entonces, podemos descubrir qué nos ha llevado a pensar que los gatos y los perros se comunican entre sí como lo hacen los seres humanos. 

Las reglas del método sociológico nos acercan al entendimiento del comportamiento social a partir de las costumbres y las creencias que juegan un papel importante porque moldean la forma en que las sociedades conciben la realidad. Pero, para Durkheim era importante que “los sociólogos adoptaran la misma actitud que la de los físicos, químicos y biólogos cuando se sumergen en una región aún inexplorada, la de su dominio científico” (Durkheim, 2019, p. 250).

Pero los sociólogos no pueden sumergirse igual que los demás científicos porque están inmersos en la realidad social, la cual es su dominio científico. Durkheim lo sabía, y por ello propuso que, para estudiar a la sociedad, nos despojemos, en la medida de lo posible, de las opiniones previas (por él llamadas prenociones) de la realidad y observemos nuestro entorno como si todo fuera desconocido. 

Esto te parecerá extraño, ¿cómo podrías observar todo lo que te rodea como si fuera desconocido? Conoces todo lo que te rodea y eso te da seguridad para tu desarrollo como ser humano porque es parte de la normalidad en la que vives. Por eso, lo que propone Durkheim es un reto que todo científico social debe experimentar. 

Esto nos lleva al tema de la normalidad y la patología que el gato Valentino menciona en su último diálogo del cómic. La normalidad la asemeja a la salud de la sociedad y lo patológico a la enfermedad. En este punto, Durkheim tuvo una visión organicista de la sociedad, es decir, vio a la sociedad como un cuerpo humano que puede enfermar. “La salud es buena y deseable; la enfermedad, al contrario, es lo malo y debe ser evitado” (Durkheim, 2019, p. 97). Si la salud es el buen estado físico y mental del cuerpo humano, la normalidad es el buen estado físico y mental de la sociedad. Pero, ¿cómo podemos percibirlo? La normalidad es la rutina, lo que llevamos a cabo diario y que nos da confianza en el presente y seguridad en el futuro. Lo patológico es aquello que nos saca de la rutina, que nos provoca intranquilidad en el presente y miedo al futuro porque reduce las oportunidades de supervivencia y debilita así a la sociedad. Por ello, la violencia es un ejemplo de patología social. 

Entre los aportes de Durkheim se encuentra el estructural funcionalismo en el que también retoma su visión organicista de la sociedad. Las sociedades tienen partes que la hacen única. Estas partes son: la cultura, los valores, los símbolos. 

Una analogía que nos ayuda a entender el estructural funcionalismo es la de casa-sociedad. Todas las casas tienen una estructura que se compone de vigas, columnas y muros, pero la estructura puede variar a partir del material: puede ser de madera, de acero, o de concreto. Según la estructura será la forma de la casa: redonda, cuadrada, rectangular, dos aguas. En esta analogía, las vigas, las columnas y los muros son los valores, costumbres y símbolos que van a moldear a las sociedades. Por ello, las sociedades son distintas porque tienen diferentes parámetros de lo que es correcto o incorrecto, de lo que es normal o patológico, de lo que está bien o mal. Las partes, que componen a la estructura, son las que moldean a las sociedades y sus reglas. 

Actividad H5P

Instrucción para el alumno: ¡Es el momento de revisar lo aprendido!