Sistema digestivo: estómago, intestino delgado e intestino grueso

Estómago

Se localiza en la región del epigastrio e hipocondrio izquierdo, tiene forma de C y se divide en diferentes  partes, el esfínter cardioesofágico, a través del cual el bolo alimenticio entra al estómago desde el esófago. El fondo es la parte superior del estómago situado lateralmente con respecto a la región cardiaca. El cuerpo corresponde a la parte media y conforme se ensancha en su parte inferior se convierte en antro pilórico. El píloro tiene forma de embudo, es la parte terminal del estómago. El estómago mide entre 15 y 25 cm de longitud, pero su diámetro y volumen depende de la cantidad de alimento. La superficie lateral convexa se conoce como curvatura mayor y la superficie media cóncava como curvatura menor. Se comunica con el intestino delgado a través del esfínter pilórico.

El bolo alimenticio llega al estómago, ahí se pone en contacto con el jugo gástrico que contiene ácido clorhídrico responsable del pH del estómago y de la activación de las diferentes enzimas: pepsina  responsable de digerir las proteínas, lipasa gástrica los lípidos, renina que coagula la leche y factor intrínseco necesario para la absorción de vitamina B12.

Después de que el bolo alimenticio se haya mezclado con el  jugo gástrico cambia a aspecto de crema espesa llamada quimo.

Imagen de GilbertoASanchezA  Wikimedia Commons

Intestino delgado

Es un tubo muscular que va desde el esfínter pilórico hasta el colon, con una longitud promedio de tres metros. Tiene tres subdivisiones: el duodeno, el yeyuno y el íleon, este último se une al colon a través de la válvula ileocecal.

Los procesos más importantes de la digestión y absorción de los nutrimentos se lleva a cabo en el intestino delgado. 

En el duodeno el quimo se pone en contacto con la bilis que llega  a través del conducto biliar y que es responsable de emulsionar los lípidos y  con el páncreas a través de los  conductos pancreáticos que llevan jugo pancreático rico en enzimas: 

  • Amilasa pancreática que  separa hidratos de carbono.
  • Lipasa pancreática que  separa  lípidos.
  • Tripsina que separa proteínas. 

Posterior al contacto con los jugos pancreáticos y la bilis el quimo pasa a la segunda y tercera porción del intestino delgado donde se pone en contacto con los jugos intestinales que contienen enzimas del ribete de cepillo que terminan la digestión de los azúcares, proteínas y ácidos nucleicos.:

  • Sacarasa, lactasa, maltasa y Ⲁdextrinasas degradan los disacáridos en monosacáridos.
  • Aminopeptidasa y dipeptidasa completan la digestión proteica.
  • Nucleosidasas y fosfatasas se encargan de la digestión de ácidos nucleicos.

La digestión de los alimentos desde la boca hasta el intestino dió origen a moléculas que pueden atravesar las células epiteliales absortivas de la mucosa hacia los vasos sanguíneos y linfáticos de las vellosidades intestinales.

Las vellosidades son proyecciones de la mucosa que aumentan la superficie de absorción, tienen un capilar sanguíneo y uno linfático o quilífero.

  1. La glucosa, galactosa,  fructosa (monosacáridos)  y los aminoácidos entran a la sangre de los capilares sanguíneos  y son transportados a través de la vena porta. 
  2. Los ácidos grasos y los monoglicéridos entran en los vasos quilíferos y son transportados hasta la circulación sistémica a través de la linfa del conducto torácico. 
Imagen de Modificado de Snow93 Wikimedia Commons

Intestino grueso 

Mide aproximadamente 1.5 m de longitud, se extiende desde la válvula ileocecal hasta el ano, tiene un diámetro mayor que el intestino delgado y se subdivide en apéndice, ciego, colon ascendente, colon transverso, colon descendente, sigmoides, recto y ano. 

Su función principal es convertir los desechos de alimentos digeridos en heces para ser excretadas. Durante este proceso absorbe agua, cambiando el estado del contenido de líquido a sólido.

El colon no produce enzimas, sin embargo las bacterias (microbiota) que habitan en su luz metabolizan algunos de los nutrientes restantes, liberando gases que contribuyen al olor de las heces. 

La microbiota tiene un efecto benéfico, como por ejemplo la síntesis de las vitaminas K y B, facilitan la absorción del calcio y el hierro, favorecen el movimiento intestinal y tienen un propósito inmunológico.

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