El ojo humano funciona como una lente, su propósito es enfocar la luz proveniente de los objetos y así formar imágenes nítidas. Para enfocar el músculo del ojo suele contraerse para engrosar o adelgazar el centro del cristalino del ojo.  Sin embargo, muchas personas presentan algún defecto que les impide poder enfocar correctamente.  Dos defectos comunes son la miopía y la hipermetropía. Ambos defectos se pueden corregir con el uso de lentes. 

En el caso de la miopía el ojo es incapaz de enfocar objetos cercanos por lo que los objetos lejanos no se pueden enfocar. Esto implica que las imágenes se enfocan enfrente de la retina. Por lo tanto, para corregir este defecto se utilizan lentes divergentes para que los rayos de luz converjan más atrás y se enfoquen en la retina. 

Un ojo que sufre de miopía no puede enfocar objetos lejanos. Para remediarlo se utilizan lentes divergentes que enfocan la luz más atrás, imagen de Gumenyuk I.S., Wikimedia Commons

En el caso de la hipermetropía el ojo no enfoca los objetos cercanos. Esto implica que los rayos de luz se enfocan detrás de la retina, en este caso el defecto se corrige con ayuda de lentes convergentes. 

Un ojo que sufre de hipermetropía no puede enfocar objetos cercanos. Para remediarlo se utilizan lentes convergentes que enfocan la luz más al frente, imagen de Гуменюк И.С.  Wikimedia Commons

Actividad H5P

Responde correctamente el siguiente cuestionario: